Harahachibu (腹八分目): Come hasta un 80% de tu capacidad
Este principio proviene de Okinawa, región conocida por la longevidad de su población.
• Deja de comer cuando estés satisfecho al 80%.
• Escucha las señales de tu cuerpo en lugar de comer por costumbre o ansiedad.
• Prefiere alimentos frescos y ligeros.
Este hábito mejora tu digestión, reduce el riesgo de enfermedades, aumenta tu energía diaria y es clave para la longevidad.
Ikigai (生き甲斐): Encuentra tu propósito de vida
El término combina iki (vida diaria) y gai (valor), y significa “razón de ser”. Consiste en descubrir aquello que te motiva a levantarte cada día, el propósito que guía y da sentido a tu existencia. Pregúntate:
• ¿Qué te gusta hacer?
• ¿En qué eres bueno?
• ¿Qué necesita el mundo de ti?
• ¿Alguien necesita tu ayuda?
Tu ikigai no solo guía tu vida, también da energía y satisfacción a cada día y además alarga tu vida.
Kaizen (改善): Mejora continua con pequeños pasos
Compuesto por kai (cambio) y zen (bueno), este principio nos anima a mejorar poco a poco. En lugar de aspirar a grandes transformaciones inmediatas, céntrate en pequeños retos diarios que te acerquen a tu meta.
• Realiza pequeñas acciones constantes.
• Evalúa tus avances sin juzgarte.
• Ajusta tus objetivos según tu progreso.
El método Kaizen fomenta la paciencia y la constancia, elementos clave para el éxito personal y profesional.
Técnica Pomodoro: Productividad sin estrés
Aunque no es originalmente japonesa, esta técnica resuena con la filosofía del equilibrio en el trabajo.
• Trabaja 25 minutos concentrado en una tarea, evita distracciones.
• Descansa 5 minutos para recargar energías.
• Cada 4 ciclos, toma un descanso más largo de 15-30 minutos.
Este enfoque te ayuda a mantener la atención, reducir el agotamiento, disminuir la procrastinación y lograr más en menos tiempo.
Wabi-Sabi (侘寂): La belleza de lo imperfecto
Wabi refleja la belleza de la simplicidad, mientras que Sabi se refiere a la belleza del paso del tiempo, el deterioro y la impermanencia. Este principio te enseña a:
• Apreciar las pequeñas cosas.
• Aceptar las imperfecciones en ti y en los demás.
• Valorar el cambio y el crecimiento tras los errores.
• Aceptar el paso del tiempo, nuestro deterioro y envejecimiento.
En lugar de estresarte buscando lo perfecto o preservándolo, disfruta del aquí y ahora, encontrando la paz en lo auténtico y lo sencillo. Acepta que el tiempo pasa y todo se deteriora. Así es la naturaleza misma.
Shoshin (初心): El entusiasmo del principiante
Significa “mente de principiante”. Este enfoque nos invita a enfrentar cada experiencia con curiosidad, humildad y apertura, como si fuera la primera vez.
• Suelta prejuicios y expectativas.
• Acepta que siempre hay algo nuevo que aprender.
• Disfruta del proceso más que del resultado.
Adoptar la mentalidad Shoshin fomenta la creatividad y el crecimiento personal.
Estos principios japoneses son mucho más que herramientas; son una filosofía de vida que puede mejorar tu vida y tu salud mental.
¿Te animas a integrarlos en tu día a día?.